Martes, 5 de agosto de 2014
La Asociación “Voluntarios en Red” alertó que en la provincia este tipo de maltrato cometido por adultos es permanente. El caso de Julio.
Recorren, desprotegidos, las calles en busca de
algunas monedas. Esperan largas horas en la puerta de paseos de compras,
restaurantes y supermercados.
Venden estampitas, llaveros o flores y en las frías noches de invierno se los ve en las calles más concurridas cuidando autos.
A pesar de las leyes vigentes en materia de protección de los
derechos de la infancia, en nuestra provincia cada vez más niños y niñas
se encuentran en situación de mendicidad.
El sábado por la noche esta realidad mostró su saldo más triste:
Julio, de cuatro años murió después de ser atropellado por un auto en el
Corredor del Oeste (Godoy Cruz).
Ese día, el pequeño que se encontraba con un avanzado cuadro de
desnutrición, había salido a pedir dinero junto a su hermana de diez
años a la altura de calle Paraná, donde hay un semáforo.
Quienes trabajan para revertir esta problemática son testigos de los
malos tratos y los riesgos que sufren a diario una gran cantidad de
niños, que como Julio, son víctimas de la explotación por parte de los
adultos.
La asociación “Voluntarios en Red” reveló ayer un informe que llama
la atención sobre el tema. Allí se indica que sólo en los departamentos
del Gran Mendoza, hay en la actualidad al menos 500 niños y niñas de 0 a
14 años que se encuentran en situación de mendicidad.
“Este año se han sumado muchos más chicos que están en riesgo
permanente e incluso son utilizados para robar”, aseguró Hugo Fiorens
coordinador de la entidad que trabaja gracias a la colaboración de unos
20 mil voluntarios en todo el territorio.
La naturalización de esta problemática que vulnera los derechos del
niño junto a la necesidad de acelerar los mecanismos desde el Estado
para revertirla, son dos aspectos sobre los que Fiorens hizo especial
hincapié.
Según explicó, aunque muchas veces esta realidad parece
“invisibilizada”, los niños y niñas que son explotados recorren de
hecho, las zonas céntricas más concurridas y los sectores más coquetos
de la noche mendocina.
Así, las calles San Martín, Las Heras y San Lorenzo. La Peatonal, el
sector comercial de calle Arístides Villanueva, la Alameda, la Terminal
de Ómnibus y la puerta de los casinos, suelen ser los sitios más
frecuentes, donde esta forma de maltrato hacia la infancia se repite a
toda hora y a la vista de todos.
“Vemos incluso, familias y madres con bebés mendigando, frente a la indiferencia de todos los que pasan”, reflexionó Fiorens.
Desde el Gobierno, confirmaron que cada vez hay más niños y niñas mendocinos en situación de calle.
En ese sentido, María de los Ángeles Díaz, directora del Servicio de
Protección de Derechos de la Dinaf, agregó que días atrás incrementaron
las horas de los recorridos que efectuados por los profesionales que
trabajan en el organismo y agregaron más recursos materiales, con el fin
de abordar las distintas situaciones.
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